La Dama de Hielo
Cuando Dos Karas se aburrió de los comics y quiso poner un "café literario", le dejó el protagónico de la historieta a su mujer, La Dama de Hielo. En su juventud soportó los crueles vientos patagónicos que, a diferencia de su esposo, eran más temibles para ella porque no era autóctona del lugar. Eso hizo que su cuerpo se adaptara a las bajas temperaturas y forjó una personalidad acorde a la crispación producto de convivir con fríos extremos. Durante la Guerra Gaucha I se le formaron más estalactitas que de costumbre. El calor de la bronca de aquel momento comenzó a derretirla y Dos Karas debió regresar de sus vacaciones en un tiempo compartido para ayudarla. Pero sólo tiró más leña a la fogata lo que comenzó a desdibujar la figura de su esposa. Sus seguidores recurrieron al mismo tratamiento gracias al que perdura Walt Disney. Y ahí está ahora, dentro de un congelador que sólo se abre desde afuera.
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