miércoles
Duelo I
Fue el único presidente desde el regreso a la democracia que no fue acusado de corrupción ni durante ni luego de su mandato. Es demasiado decir hoy en día. Sus errores fueron por convicción (equivocada, pero convicción al fin). Todo lo que puede decirse sobre su vida estaría demás, a favor y en contra. Ojalá no lo convirtamos en mito, porque sino todo lo que intentó representar quedará en la nada. No fue un mártir: fue un hombre común que ejerció la primera magistratura del país con sus aciertos y sus errores. Otros pueden seguirlo. Otros deberían poder seguirlo. El bronce y el yeso inmortaliza a los seres humanos pero también los hace únicos, incuestionables, intocables e inigualables. Y eso los aleja del resto de nosotros. Dudo que los que lo siguieron (hasta ahora) derramen tantas lágrimas en su funeral. Razones no faltan. Chau "Alfonso" (1927-2009).
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